El pasado 12 de junio, desde INCUNA organizamos una visita a Oles, en la zona de Les Mariñes de Villaviciosa (Asturias), dando continuación a nuestro programa sobre la Cultura del Azabache y el Camino de Santiago, seleccionado por el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España dentro el Programa para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial.

El proyecto desarrolla la idea de recuperar y dar a conocer la cultura azabachera del norte peninsular, especialmente en Asturias, Galicia y León en su vinculación con el Camino de Santiago.

Esta visita-muestra de patrimonio y turismo industrial, realizada con la intención de poner en valor la Cultura Azabachera Asturiana, contó con la participación de numerosas personas: aficionados al patrimonio, amantes de las rutas por entornos naturales, vecinos de la zona, familias con niños, azabacheros, historiadores y arqueólogos; estos últimos aportaron sus conocimientos y experiencia para explicar la tradición milenaria del azabache asturiano.

En la bocamina de Oles, uno de los principales yacimientos de azabache del mundo reconocido por su gran calidad, se expuso la historia y las características de este material semiprecioso que, durante cientos de años, fue una de las  fuentes de riqueza de la comarca. Nos acompañaron dos actrices que teatralizaron varios textos históricos que hablan de sus propiedades mágicas y curativas: Plinio, Dioscórides, Covarrubias, Laurent Vital (cronista de Carlos I en su desembarco en Tazones) y Caveda y Nava, entre otros.

Además, contamos con la participación del artesano Oscar Fandos que, en la zona recreativa habilitada por el ayuntamiento de Villaviciosa a la entrada de la mina, talló algunas piezas en su banco de trabajo, ante la atenta mirada de los participantes, que muy interesados le hicieron todo tipo de preguntas.

Posteriormente, se completó la visita con un paseo por la Ruta de los Molinos que transcurre junto al río Rimera, dentro de un bosque de castaños, robles y abedules. Pudimos contemplar cuatro antiguos molinos de agua, para culminar la visita ante la impresionante vista panorámica de los acantilados.

La cultura del azabache, ha estado presente en el imaginario colectivo desde los mismos inicios de nuestra historia, formando parte de la cultura de nuestra comunidad, que ha sido compartida y transferida a otras partes del norte peninsular y regiones de Europa, a través, fundamentalmente, del Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad y con el que está profundamente ligada en sus connotaciones simbólicas y mágicas, desde su origen. Y es este engarce el que se quiere ahora reivindicar, como una tradición profunda que además se relaciona con una artesanía de una calidad reconocida internacionalmente, con ramificaciones de representatividad universal.

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