Como colofón a una intensa semana de conferencias, simposios, talleres y encuentros, el sábado 21 de junio se celebraron tres itinerarios por el patrimonio industrial asturiano. Uno de ellos estuvo dedicado al patrimonio minero de la Cuenca del Nalón, una de las actividades más esperadas dentro del programa de las XXVII Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial y el Congreso de la Sociedad Española de Historia de la Ciencia y de la Técnica (SEHCYT).

Desde primera hora de la mañana, los participantes se sumergieron en un recorrido fascinante por algunos de los enclaves más significativos del patrimonio industrial asturiano. La jornada comenzó con la visita al histórico Pozo Fondón, donde el personal de HUNOSA ofreció una explicación rigurosa y amena sobre la historia minera del lugar y su actual uso como Archivo Histórico de la Minería Asturiana. El entusiasmo del público fue inmediato, destacando “el respeto con el que se ha conservado y narrado la memoria del trabajo minero”.

Posteriormente, el grupo se desplazó hasta el Pozo Sotón, otro de los grandes referentes del patrimonio industrial en activo, reconvertido en el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería. Guiados por profesionales de SADIM y HUNOSA, los asistentes conocieron la historia, el valor simbólico y la vida cotidiana de los trabajadores que forjaron la identidad de toda una comarca.

Tras una mañana intensa, llegó el momento de la pausa gastronómica en el concejo de Lena, donde los participantes disfrutaron de una comida tradicional asturiana con fabada y merluza en salsa, que sorprendió a nuestros acompañantes extranjeros de Chile, Italia, Grecia y México, entre otros.

La jornada continuó con la visita a la Casa Natal de Armando Palacio Valdés en Laviana, un homenaje a una de las figuras más destacadas de la cultura asturiana, autor de novelas fundamentales para comprender la vida minera de su época.

La última parada fue en la barriada minera de Barredos, en Lena, un ejemplo vivo del urbanismo vinculado al trabajo industrial y de cómo la arquitectura puede hablar de dignidad, comunidad y memoria. La visita fue valorada como “muy inspiradora, especialmente por el modo en que aún late el espíritu del pasado minero en sus calles”.

La acogida por parte de los asistentes fue extraordinaria, tanto por el nivel de las explicaciones como por la experiencia inmersiva que supuso todo el recorrido. Los comentarios positivos no se hicieron esperar: “Un día inolvidable, muy bien organizado”, “he aprendido más sobre la historia minera en unas horas que en años de lectura”, “una experiencia que emociona y educa a partes iguales”.

Desde INCUNA queremos expresar nuestro agradecimiento a todo el personal de HUNOSA, cuya profesionalidad, entrega y conocimiento han sido fundamentales para el éxito de esta jornada.

Este itinerario no solo sirvió para cerrar con brillantez las jornadas, sino también para consolidar el valor de la memoria minera como parte del patrimonio vivo de Asturias.

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