La tarde del jueves 19 de junio, en el marco de las XXVII Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial INCUNA 2025, nos dejó una estampa vibrante y plural del pensamiento contemporáneo sobre el patrimonio científico, técnico e industrial. Las sesiones desarrolladas en las salas 4 y 5 de la Laboral Ciudad de la Cultura ofrecieron una sucesión de presentaciones que, con gran rigor y diversidad, conectaron la investigación histórica con las necesidades del presente.
Lejos de tratarse de intervenciones aisladas, los trabajos presentados generaron un diálogo transnacional entre investigadores, profesionales y estudiantes de disciplinas tan diversas como la arquitectura, la arqueología, la historia, la geografía, el urbanismo, la ingeniería o el arte. Con ello, se consolidó el espíritu interdisciplinar y colaborativo que caracteriza a las Jornadas INCUNA.
Sala 4: Arquitecturas, tecnologías e historia
Bajo el eje “Proyectos y experiencias en la valorización del patrimonio industrial”, la sala 4 acogió una selección de estudios e intervenciones centrados en infraestructuras, edificios industriales y equipamientos técnicos que, pese a haber perdido su funcionalidad original, conservan un alto valor cultural, simbólico y paisajístico.
Los temas tratados recorrieron desde la recuperación ambiental de espacios mineros hasta la resignificación de enclaves fabriles y ferroviarios en desuso. Se abordaron también cuestiones como la interpretación del patrimonio desde la arqueología industrial, el uso del turismo como herramienta de sostenibilidad, y la importancia de documentar los cambios tecnológicos en el territorio.
La reflexión sobre materiales tradicionales de construcción, la evolución de técnicas inventariales aplicadas a recursos forestales, y el uso de inteligencia artificial para el análisis patrimonial completaron una sesión marcada por el carácter propositivo y transformador de las experiencias compartidas.
Los asistentes valoraron de forma muy positiva tanto la calidad de las ponencias como el enfoque aplicado y realista de muchas propuestas, lo que contribuyó a generar un debate muy participativo y enriquecedor.
Sala 5: Historia, arte, sociedad y cultura del patrimonio industrial
Con un enfoque más centrado en la memoria social, la historia local y la dimensión cultural del trabajo, la sala 5 ofreció una serie de presentaciones que abordaron el patrimonio industrial desde una perspectiva humana, identitaria y crítica.
Se pusieron en valor historias de fábricas textiles, industrias agroalimentarias, espacios ferroviarios y complejos arquitectónicos industriales que, a lo largo del siglo XX, han configurado tanto el paisaje físico como el emocional de numerosas comunidades. Algunas presentaciones analizaron fuentes documentales y archivos municipales, mientras que otras aportaron lecturas innovadoras sobre la representación gráfica y visual de la producción industrial o sobre las formas de resiliencia en territorios afectados por la desindustrialización.
Una línea temática especialmente destacada fue la atención al papel de las mujeres en los espacios industriales, así como los relatos desde el sur global, con investigaciones procedentes de Brasil, México y Argentina que aportaron miradas imprescindibles sobre patrimonio, exclusión, memoria y resistencia.
Esta sala se caracterizó por una sensibilidad especial hacia las personas detrás de las infraestructuras: trabajadoras, técnicos, vecinos y comunidades que han contribuido a construir el paisaje industrial que hoy se estudia y preserva. El reconocimiento a estas voces se convirtió en una constante en los debates, generando una atmósfera cálida y profundamente comprometida.
Una tarde con vocación de futuro
Lo vivido en las salas 4 y 5 fue una demostración clara de que el patrimonio industrial no es una materia estática ni anclada al pasado, sino un campo vivo, en constante evolución, que invita a repensar los vínculos entre tecnología, paisaje, memoria y sostenibilidad. Las Jornadas INCUNA 2025 siguen consolidándose como un espacio de referencia internacional donde compartir buenas prácticas, abrir nuevas líneas de investigación y tejer redes de cooperación desde el conocimiento y el compromiso con el territorio.
La calidad y diversidad de las sesiones del jueves por la tarde confirman que las ideas no solo generan conocimiento, sino también propuestas para actuar en el presente con responsabilidad y visión de futuro.



