En la convocatoria de este año, se han presentado 226 proyectos, procedentes de 31 países europeos, en las cuatro categorías que integran estos Premios: 1, Conservación del Patrimonio; 2, Investigación; 3, Dedicación a la conservación del Patrimonio; 4, Educación, formación y sensibilización; y se han concedido un total de 28 premios. El Jurado de la Categoría 1 está presidido por el español José María Ballester.
La entrega del galardón se llevará a cabo el próximo 1 junio durante una ceremonia en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa (Portugal), como parte del Congreso Anual del Patrimonio Europeo de Europa Nostra. En la cita estarán presentes Androulla Vassiliou, Plácido Domingo, Aníbal Cavaco Silva, Presidente de Portugal, y José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión.
ENE Térmica, Museo Nacional de la Energía. Ponferrada (León)
Sin lugar a dudas, la electrificación fue una de las características definitorias del siglo XX. La creación de un museo nacional de la energía, en una central eléctrica fuera de uso, en Ponferrada, es una aportación muy valiosa para la inteligencia de la producción de electricidad a partir del carbón. El proyecto ha logrado esta meta educacional mediante la conservación y rehabilitación de los elegantes edificios funcionales de la central y de sus equipos, tal y como se quedaron en 1971. El Jurado valoró especialmente el respeto mostrado hacia este patrimonio, permitiendo que el lugar conserve su ambiente especial y ofreciendo, a la vez, una apreciación más amplia de las condiciones sociales y laborales generadas en su medio.
Fotografía: Europa Nostra
Alto Horno nº 2 en el Puerto de Sagunto (Valencia)
El Jurado ha querido reconocer el esfuerzo sostenido para salvar este monumento excepcional que es el Alto Horno nº 2, en el Puerto de Sagunto (Valencia) y permitir, así, su comprensión por las generaciones futuras. Los altos hornos que sobreviven de la industria siderúrgica del siglo XX , representan uno de los desafíos más difíciles para aquellos que consideran que la conservación inteligente del legado físico de esta industria es vital para la comprensión de la historia europea compartida. Al fin y al cabo, el carbón y el acero estaban en los orígenes de la Unión Europea. El nuevo estatus y la belleza ahora revelada de este alto horno de los años 1920 devuelven su orgullo a una ciudad que creció del hierro y el acero, creando un potente y único activo cultural de interés para la totalidad de la población europea.
Fotografía: Europa Nostra