JULIÁN SOBRINO SIMAL

Doctor Historia del Arte y Vocal de TICCIH-España y Coordinador del Foro de Arquitectura Industrial de Andalucía.

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    Breve C.V.:

    Julián Sobrino Simal, Doctor en Historia del Arte y Profesor Titular (jubilado) de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla. Imparte clases en el Master de Arquitectura y Patrimonio de las universidades de Sevilla y Huelva. Especialista en Historia de la Arquitectura Industrial y en Sistemas de Interpretación del Patrimonio Industrial. Ha impartido cursos en universidades Latinoamericanas como: la U. Central y U. de Concepción en Chile, la FADU de Uruguay, la UNESP y la UFPEL de Brasil y la FUAC en Colombia. Entre sus publicaciones destacamos: “Arquitectura industrial en España, 1830-1990, “Arquitectura de la industria en Andalucía”, “Patrimonio Industrial y Obra Pública como recurso didáctico. Los puertos”, “La Arquitectura ferroviaria en Andalucía. En: 150 años de Ferrocarril en Andalucía: un balance”. “Luces sobre la memoria. La Real Fábrica de Artillería de Sevilla. Patrimonio histórico militar e industrial”. Ha dirigido proyectos de investigación del Plan Nacional de I+D+i y de Programas INTERREG. Es Vocal de TICCIH-España y Coordinador del Foro de Arquitectura Industrial de Andalucía.

    «Paisajes comestibles: territorios, producción, menús y servicio de mesa».

    Sección: Paisajes agroalimentarios, metodología en aplicaciones patrimoniales en el territorio, turismo responsable y sostenible.

    Los Paisajes Comestibles, de la tierra y el mar, deben ser percibidos desde diferentes ámbitos de observación, para poder apreciar cómo han sido conformados y transformados por diferentes variables estructurantes tales como para la tierra: la latitud, la altitud, los vientos, la pendiente, la orientación, la geología; y para el mar: la hidrología, la latitud, la profundidad, el lecho, la salinidad, la luz, la temperatura o las corrientes. Generándose unos saberes que, unidos a unos procedimientos, constituyen una cultura anclada en la tradición y en la inteligencia colectiva.
    Los Paisajes Comestibles se caracterizan por conformar una secuencia completa: 1. los paisajes estructurales para la extracción o producción básica; 2. los paisajes articuladores para la distribución de lonjas y mercados; 3. los paisajes funcionales orientados a la distribución y el consumo.

    Los Paisajes Comestibles, de la tierra y el mar, forman parte de unos ecosistemas en los que se integra y reconoce la cadena de valor propia de la industria alimentaria. De modo que podemos observar, aprender y disfrutar de las tareas extractivas y productivas, de los diferentes modos de habitar, del manejo experto de los recursos, de su relación con el medio natural y de unos oficios de honda tradición, aunque todas estas variables deben ser explicadas desde la dialéctica, siempre conflictiva, entre cambio y permanencia.

    «EDIBLE LANDSCAPES: TERRITORIES, PRODUCTION, MENUS AND TABLE SERVICE».

    SECTION: Food routes and circuits, training and dissemination, responsible and sustainable tourism.

    Edible landscapes, from the land and the sea, must be perceived from different spheres of observation, so as to appreciate how they have been shaped and transformed by different structural variables such as for the land: latitude, altitude, winds, slope, orientation, geology; and for the sea: hydrology, latitude, depth, bed, salinity, light, temperature or currents.

    This generates knowledge which, together with procedures, constitutes a culture rooted in tradition and collective intelligence.

    Edible landscapes are characterised by the fact that they form a complete sequence:

    1. structural landscapes for extraction or basic production.
    2. the articulating landscapes for the distribution of auctions and markets.
    3. functional landscapes for distribution and consumption.

    Edible landscapes, from the land and the sea, are part of ecosystems in which the food industry’s own value chain is integrated and recognised. Thus, we can observe, learn, and enjoy the different ways of living, the expert management of resources, their relationship with the natural environment and some trades of deep tradition, although all these variables must be explained from the dialectic, always conflictive, between change and permanence.