El viernes 20 de junio, al final de tres intensos días de simposios, mesas redondas, ponencias, debates, talleres y encuentros, se celebró el acto de clausura de las XXVII Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial de INCUNA, junto con el XV Congreso de la Sociedad Española de Historia de la Ciencia y de la Técnica (SEHCYT). Fue un momento para detenerse, hacer balance y rendir homenaje al conocimiento compartido y a las personas que lo hicieron posible.
El paraninfo de Laboral Ciudad de la Cultura acogió una ceremonia que combinó la lucidez de dos grandes conferencias con el agradecimiento institucional y el afecto entre colegas venidos de más de veinte países. Las palabras, en este cierre, resonaron con fuerza: no solo como conclusiones, sino como nuevas preguntas para el futuro.
Marta Macho: visibilizar lo invisible
La primera intervención corrió a cargo de Marta Macho Stadler, matemática y divulgadora de la Universidad del País Vasco. Su conferencia, “Mujeres ignoradas por la ciencia, una historia mal contada”, fue una llamada directa a revisar críticamente los relatos científicos tradicionales. Con ejemplos claros y una narrativa accesible, Macho desgranó las estructuras que han invisibilizado a las mujeres en la historia de la ciencia, abriendo un espacio para la reflexión colectiva y, sobre todo, para la acción. El público respondió con un largo y cálido aplauso que coronó una de las intervenciones más valoradas de las jornadas.
Antonio Lafuente: ciencia en los márgenes
Le siguió el investigador Antonio Lafuente García, del Instituto de Historia del CSIC, con una propuesta original y provocadora titulada “Criollos, amateurs y activistas: tres modos olvidados y necesarios de estar en ciencia”. En su ponencia, Lafuente reivindicó prácticas de conocimiento que han sido históricamente despreciadas o marginadas, pero que resultan esenciales para una ciencia más democrática, abierta y conectada con las necesidades sociales. Con un estilo sugerente y conceptual, propuso una revisión profunda de cómo pensamos y ejercemos la ciencia en el siglo XXI.
Palabras de cierre y compromiso compartido
Tras las dos conferencias, se sucedieron las intervenciones de cierre de las entidades que han hecho posible este encuentro:
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Miles Oglethorpe, presidente de TICCIH Internacional, destacó la relevancia global del patrimonio industrial y su vínculo con los grandes retos contemporáneos: la transición ecológica, la sostenibilidad y la cohesión social.
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Rafael García García, director del Aula GI+PAI (Universidad Politécnica de Madrid), insistió en el papel activo de las universidades como agentes de innovación y transformación patrimonial.
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Leoncio López-Ocón Cabrera, presidente de SEHCYT, valoró el éxito de la colaboración entre ambas entidades y subrayó la importancia de seguir fortaleciendo redes de conocimiento interdisciplinar.
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Finalmente, Miguel Ángel Álvarez Areces, presidente de INCUNA, agradeció a los más de 240 participantes su implicación, creatividad y compromiso, recordando que el patrimonio no es una mirada al pasado, sino una herramienta para construir futuros más justos y habitables.
Un cierre natural para unas jornadas humanas
El colofón no pudo ser más acertado: un cóctel en el Jardín Botánico Atlántico de Gijón, en un entorno de armonía natural y diálogo informal. Bajo la sombra de robles, camelias y helechos gigantes, se brindó por la memoria, la ciencia, la técnica y las alianzas que hacen posible este proyecto colectivo.
En este espacio verde, lejos de las pantallas y los atriles, se cerraron conversaciones, se sembraron nuevas ideas y se celebró una edición que ha superado todas las expectativas. Un cierre, sin duda, a la altura de unas jornadas que ya forman parte de la historia de INCUNA y del pensamiento sobre el patrimonio científico e industrial.





