El sábado 26 de septiembre, como es habitual en las Jornadas INCUNA, realizamos una ruta por el Patrimonio Industrial, Cultural y Natural de Asturias, relacionando el itinerario con la temática del congreso «Hacia una nueva época para el Patrimonio Industrial» y los paneles Cross-Cutting sobre la «Gestión y perspectiva de los museos en tiempos Post COVID-19» y «Transición energética en las regiones mineras europeas, desarrollo regional y valorización de recursos patrimoniales».

El cumplimiento de los protocolos sanitarios COVID-19 se llevó a cabo desde la propia organización del itinerario. Este año fuimos 25 personas, registradas previamente, ocupando plazas individuales en el autocar, con nuestra mascarilla correspondiente y con las medidas higiénicas de limpieza de manos antes de entrar en el vehículo y en los espacios interiores visitados.

A las 9:00 saliminos puntualmente desde el Campo Valdés de Gijón, y nos dirigimos hacia el Pozo Sotón en San Martín del Rey Aurelio, en la cuenca minera del Nalón.

 

Divididos en dos grupos, una parte pudo visitar el interior de la mina de esta emblemática explotacion de hulla, una actividad única en España, en la que nos convertimos en auténticos mineros.

La otra parte se dirigió al Pozo Fondón donde visitaron el Archivo Histórico Minero. El Pozo Fondón es una explotación minera situada junto al río Nalón, en Sama de Langreo. Actualmente alberga el Archivo Histórico y Centro de Documentación de HUNOSA, y es sede de la Brigada Central de Salvamento Minero, tan reconocida por sus intervenciones en el rescate de personas.

Posteriormente ambos grupos se unieron de nuevo en el Pozo Sotón y se hicieron visitas guiadas divididos en varios grupos a las zonas exteriores de la planta, así como a su museo.

 

A las 13:00 salimos hacia Lavaderu del Batán en Mieres, para una vista general desde el exterior. Las grandes instalaciones de este lavadero de carbón son las únicas que en la actualidad están en funcionamiento en el Principado de Asturias.

La plana está enclavada en las afueras de Mieres, en unos terrenos destinados a escombreras. Fue levantado por la Sociedad Fábrica de Mieres, entrando en servicio en 1959, y desde aquella fecha ha sufrido importantes modificaciones, sobre todo a partir de la fecha en que la empresa HUNOSA se hizo cargo del mismo, en el año 1967.

 

 

Después de la visita panorámica hicimos una parada para comer en el Restaurante Casa Carmen, en el Alto del Caleyo, degustando una pequeña parte de la gastronomía asturiana tan reconocida como la fabada, el pote asturiano, el cachopo, lenguado relleno y los postres más típicos: flan casero, arroz con leche, etc…

 

 

Tras reponer fuerzas, dimos un pequeño paseo desde el restaurante hasta un mirador para ver la central térmica de Soto de Ribera. Es una instalación termoeléctrica situada junto al río Nalón, en el término municipal de Ribera de Arriba, en Asturias (España). Consta de 4 grupos térmicos, dos de ciclo convencional de 254 (cerrado en 2015) y 361 MW y dos de ciclo combinado de 432 y 434 MW.3 Es propiedad de la empresa EdP Energía.

El proyecto para la instalación de una central térmica en la zona que aprovechase la abundante producción de carbón de las cuencas del Nalón y el Caudal se gestó en 1957, cuando se presentó el proyecto de construcción de tres grupos turbogeneradores para producir electricidad en unos terrenos junto a la confluencia de los ríos Nalón y Caudal en el concejo de Ribera de Arriba, a 7 km de Oviedo. Ese año se inician las obras, a cargo de un consorcio compuesto por Hidroeléctrica del Cantábrico, Electra del Viesgo y Eléctrica de Langreo, finalizando las mismas en 1962.

El Grupo I, de 67 MW, entró en  funcionamiento en 1962, el Grupo II, de 254 MW, en 1967 y el Grupo III, de 361, en 1984.

 

Posteriormente salimos hacia Avilés, deteniéndonos en el entorno de las Baterías de Cok de la antigua ENSIDESA.

La constitución de la Empresa Nacional Siderúrgica S.A. a instancias del Instituto Nacional de Industria supuso uno de los mayores hitos industriales de la historia reciente de España. Para la erección de esta planta siderúrgica integral se barajaron diversas localidades en el Principado de Asturias, resultando elegida la ciudad de Avilés por disponer de espacio en la margen derecha de la ría – que sería dragada para ello – y por su conexión por ferrocarril, carretera y mar mediante la construcción de un puerto propio.

Las baterías de cok constituyen un elemento clave en la producción del acero; el cok – o coque – es un material apreciado por su poder calorífico, dureza y porosidad. Tras el desmantelamiento de los cuatro hornos altos de Avilés y, hasta el cierre definitivo de las baterías de cok en septiembre de 2019, el cok producido en la ciudad era trasladado por carretera a las instalaciones de Veriña (Gijón).

La construcción de una planta más moderna en Gijón propició la clausura de las instalaciones que ahora se prevén demoler en su totalidad para la ampliación del Polígono Empresarial del Principado de Asturias (PEPA), cuya primera fase se erigió sobre los terrenos del resto del complejo siderúrgico. Actualmente diversas instituciones defienden la preservación de los elementos más significativos, adaptándolos a los nuevos usos previstos.

 

Despidiéndonos de las baterías de cok, nos dirigimos hacia la ciudad de Avilés pasando, sin detenernos, por el barrio de Llaranes para ver el complejo obrero residencial, del poblado moderno que fue levantado por la Empresa Nacional Siderúrgica S.A. (ENSIDESA).

En Avilés nos dirigimos a su Centro Histórico. Avilés se convirtió en ciudad gracias a la industria. A mediados del siglo XX una descomunal siderurgia, ENSIDESA, llegó para hacer saltar por los aires la economía, la sociedad y hasta el paisaje.

La necesidad de construir a toda prisa preservó, curiosamente, un rico patrimonio arquitectónico, con testigos de calidad desde la villa amurallada que fue hasta hoy. Más de mil años de historia nos acompañaron en un rápido paseo acompañados por una lluvia persistente, típicamente asturiana. El escritor y cineasta, miembro de INCUNA, Juan Carlos de La Madrid, nos guió interpretado el urbanismo con criterios históricos. Ya se ha ido la siderurgia, pero la vieja ciudad, antes oculta, vuelve a aparecer en un recorrido que siempre sorprende, pues la fama de esta villa no concuerda con la calidad de sus milenarias arquitecturas.

Finalizamos el día visitando el edificio de la antigua Lechera de Cancienes. Esta empresa nace en 1907 en la localidad de Cancienes (Corvera). A finales del siglo XIX existía ya una pequeña empresa lechera que fue absorbida por La Lechera, quien se quedó con sus instalaciones. El hecho de que Avilés, población cercana a Cancienes, contase con ferrocarril fue un factor fundamental para el desarrollo de su actividad, siendo sus productos de calidad como la leche condensada y la leche en polvo, muy reconocidos y apreciados en toda España.

En la actualidad, el edificio se ha restaurado y es utilizado como espacio cultural.

 

Terminada la visita a La Lechera, volvimos a Gijón donde nos despedimos hasta la próxima edición, dando por finalizadas las XXII Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial INCUNA 2020.

¡Esperamos veros a todos en la convocatoria del 2021!

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